martes, 12 de julio de 2011

Injusticia a atropellados: la víctima paga

Esta mañana me encontré con la mala noticia de que el esposo de mi amiga y colaboradora Jareth Levrack fue atropellado ayer por un automovilista, resultando con fractura de muñeca derecha y contusiones varias.

Lo peor no es en sí la fractura, dolorosa  e incapacitante, pero fácil de atender desde el punto de vista médico. Lo terrible es que desde ayer Said Tarmoul--de origen bereber y refugiado de guerra en nuestro país--está detenido en el Ministerio Público No. 20, sin haber recibido atención médica alguna, con excepción de un analgésico que le permitieron a su esposa proporcionarle.

¿El atropellado está detenido? Sí. El hombre que lo atropelló, listillo él, de inmediato volteó la tortilla y lo acusó de "daño en propiedad ajena". La gente del MP lo detuvo y alegan que para liberarlo debe arreglarse con el conductor. Según ellos, no pueden intervenir más allá, ya que es un "asunto entre particulares".

El peritaje del "daño" que Said causó con su cuerpo al auto arroja un costo de tres mil pesos, pero el fulanito quiere 6 mil y se niega a bajar un centavo.

Mi amiga lanzó de inmediato un llamado de apoyo entre sus amigos para poder reunir a la brevedad el dinero para poder sacar del MP a Said, porque le preocupa muchísimo que su fractura esté sin atención. A ella por ahora no le interesa si está siendo víctima de una terrible injusticia: está dispuesta a pagar con tal de verlo libre.

De acuerdo a lo que ella ha dado a conocer, Said Tarmoul está siendo apoyado legalmente por dos ONG de ayuda a refugiados. No obstante, la puse en contacto con otra más, Pro Metro, organización con la que colaboré un tiempo breve y que se dedica a asesorar a víctimas de atropellamiento vial.  Es un ámbito aparte, en el que se dan infinidad de abusos. Yo espero y deseo que la gente de Pro Metro logre que Said salga rápido, sin pagar nada y ADEMÁS, que reciba pago de gastos médicos por parte de quien lo atropelló.

El valor de las ONGs
Sucede que en este, nuestro México, la gente que desea algo de justicia ha de organizarse en asociaciones que tengan cierto peso y visibilidad, porque es bien sabido que al individuo aislado y sin recursos, nomás no se le da el privilegio de aplicar las leyes.

Si no llegas con varios miles de pesos para suavizar los engranes de la maquinaria de "justicia", es necesario llegar con el aparato de una ONG posicionada que sirva como vigilante para que ningún infeliz policía, MP, custodio o juez se pase de la raya.

Está de más señalar que en el caso de Said se ha hecho injusticia en toda  la línea. Como detenido, con razón o sin ella, debería haber tenido ya atención médica a su fractura de muñeca. Hay peligro de infección, además del dolor insoportable.

Además, es increíble (pero cotidiano) que se alegue  ser un caso "entre particulares" al tiempo que se detiene a uno de ellos. Un caso entre particulares, si lo es, entonces debe estar libre de cualquier intervención de la autoridad. Pero en este caso, la autoridad interviene a favor de que llevó daños en su auto, pero no de quien recibió lesiones corporales y que además, estaba en la posición más vulnerable. Por elemental lógica, el peatón es siempre el más débil.

Said y Jareth son una pareja de profesores de inglés, francés y ruso. Ella además escribe para la Revista Bamboo y otras publicaciones, por el gusto de escribir, ya que en el presente no podemos aún pagar a nuestros colaboradores. Quiero decir con esto que su situación económica es modesta, no cuentan con seguridad social ni empleo fijo. De ahí que una cantidad tal como 6 mil pesos resulte un duro golpe para ellos.

Si alguien quiere ayudar a Jareth Levrack con una pequeña cantidad (diez, veinte, treinta pesos, más si pueden), les dejo sus datos:


BANCO AZTECA
GOARE SALCIDO VILLAGÓMEZ
Nª DE CUENTA: 43361355821307
CUENTA CLABE: 12718001355821307


1 comentario:

  1. Amigos visitantes: este no es un caso inusual, he sabido de muchos. Asesórense siempre y no permitan abusos. Si quieren los datos de la ONG Prometro, me avisan. Ojalá que NUNCA les haga falta.

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