Tú, en mí
vuelto palabras sombrías
a falta
de tu peso
de tu paso.
Recuento de guiños
retazos de dicha:
cosecha torturada.
Tú, en mis pulmones
robando aliento
arteramente.
Consciente--y tanto--
de mi derrama
de yo vuelta pedrusco.
El transcurrir pantanoso
de mis horas
de mis días
muy allá
de ti
de lo que en tus manos crece.
Tú y yo
engarzados
sin remedio
sin descanso
sin remanso.
A mi espalda atado
a mi pecho unido
de mis palabras eco
de mis euforias causa.
No estás aquí
pero el viento ruge
y el árbol danza
y a eso me conformo.
Tú, hombre vasto
semilla
de un universo
que a mi alrededor se agita.
Entras en mí
y me estallas
me anegas.
Te me haces llanto
y mi pesar reposa.
Recuento de guiños... Me quedo con eso.
ResponderEliminarGracias por pasarte por aquí, leer y comentar.
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